Hábito saludable #4: HIDRATARSE BIEN!

El #agua es el componente más abundante del cuerpo humano. Una ingesta adecuada es esencial para que nuestro organismo pueda funcionar correctamente.

Por ejemplo, necesitamos agua para:

- regular la temperatura corporal

- el correcto funcionamiento de los músculos

- proteger las articulaciones

- mantener hidratada la piel

También es esencial para un buen funcionamiento del corazón y para la tensión arterial.

Es fundamental durante la digestión, absorción, transporte y utilización de los nutrientes. Así como también, para ayudar a eliminar los residuos a través de la orina.

A nivel mundial, hubo cambios en el patrón de la ingesta de líquidos a lo largo del tiempo. Se fue desplazando la toma de agua por bebidas que aportan calorías (gaseosas, jugos, bebidas alcohólicas, aguas saborizadas, entre otras).

La publicidad de alimentos y bebidas NO SALUDABLES a la que estamos constantemente expuestos, es un factor muy importante en la generación de este cambio.

Entonces, ¿cuánta agua debo tomar a diario?

La Sociedad Argentina de Nutrición (SAN) recomienda la ingesta de 2 a 2,5lts. por día. En esta recomendación no se encuentra el agua intrínseca de los alimentos, ni de los líquidos como lácteos, jugo de frutas exprimidas o sopas.

¿Qué sucede cuando no se cubre con las necesidades de agua?

Estamos expuestos a presentar signos de #deshidratación: boca seca, dolor de cabeza, debilidad, fatiga, sequedad en la piel, sueño, mareos, calambres, disminución de orina, entre otros.

No esperes a estar sediento para tomar agua. Hay que tener presente que la sensación de sed es una señal de alerta que envía el organismo para estimular la ingesta de agua cuando ya se sufre su déficit. Con ésta perdida, se ven afectados el rendimiento físico y las capacidades cognitivas.

Muchas personas no miden su consumo diario de agua.

¿Cuál es un buen método para controlarlo?

Mi sugerencia es tener siempre a mano una botella de medio litro de agua y consumir #4 botellas al día.

La primera durante la mañana; otra durante el almuerzo, la tercera botella en el transcurso de la tarde, y la última durante la cena. De esta forma nos aseguramos de ingerir los 2 litros diarios de agua necesarios.