"NO SIEMPRE ESTARÁS MOTIVADO, TENDRÁS QUE APRENDER A SER DISCIPLINADO"

En el posteo anterior comentábamos que la ADHERENCIA es uno de los factores claves para lograr el éxito en el tratamiento; y que para poder conseguirla es necesario estar INFORMADO y tener MOTIVACIÓN.

La motivación es un aspecto necesario para lograr un propósito, es un impulso, una fuerza personal que nos ayuda a estar en el camino adecuado para alcanzar lo deseado.

La motivación por lo tanto es la razón por lo cual comenzamos algo. Pero la DISCIPLINA será la responsable de que sigamos haciéndolo.

Tanto la motivación como la disciplina se pueden desarrollar en la vida. Para ello se requiere primero desearlo (MOTIVACIÓN) y luego crear el hábito (DISCIPLINA).

Estas son algunas estrategias sugeridas para comenzar a trabajar ambos conceptos:

- Establecer metas claras y tener un plan de ejecución.

- Registrar los progresos.

- Agendar recordatorios con horarios de las comidas y de la actividad física realizada. Al hacerlo comienzan a generarse hábitos y, en consecuencia, disciplina.

- Disminuir las tentaciones.

- Tener siempre un plan "B".